AVENTANDO EN BUENAVISTA
Al parecer la siega era una de las labores
mas duras del agricultor dado que ésta, se realizaba en los meses de julio y
agosto, meses en los que el calor más aprieta en estos campos de castilla. Si a esto le añadimos que es menester realizar
el trabajo en el menor tiempo posible para tener el grano a buen resguardo en
el granero y la paja en el pajar, el resultado es, de días agotadores para el
labrador y toda la familia, incluidos los niños o pigorros pues todos eran
participes en esta labor. Comenzaban la jornada a la salida del sol y terminaban
cuando éste se ponía, muestra de ello son las coplas populares que decían.
No madrugaría tanto
Si el sol fuera jornalero.
No madrugaría tanto,
que andaría más ligero
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Ya se está poniendo el sol.
Ya se debiera haber puesto.
Para el jornal que ganamos
no es menester tanto tiempo.
Pero
la siega también podía ser gratificante porque ha llegado el momento de
recolectar después de laborioso trabajo preparando la tierra para la sementera,
quitando las malas hierbas para el mejor
crecimiento de la planta... Pero siempre mirando al cielo para prever que tiempo
va a hacer los próximos días: hielo, lluvia, nieve, pedrisco, como se llama por
estas tierras al granizo, que si el viento viene de…, ó y trae consigo… Trabajo
que se realiza el resto del año para sacar adelante la cosecha. Mayor era la satisfacción
si la labor realizada era labrar su propia tierra, aunque por desgracia no eran
muchos los propietarios, pues la mayoría de las veces eran jornaleros que iban
de acá para allá en busca del jornal con el que sustentar la familia.
Pues
bien, hecha esta pequeña reflexión, un día del mes julio a media mañana, cuando
más aprieta el sol, unos avezados mozos –uno seguro que es mozo, los otros dos los entrecomillamos- pertrechados
de pala, bieldo, escoba, horca y botijo (este
último no podía faltar para saciar la sed del jornalero), se dispusieron a
mostrar sus cualidades en los quehaceres del campo, en este caso, aventar la
mies para dejarla limpia de paja.
Agradecer la colaboración en este reportaje de Oscar
el único mozo, Leandro y José Mari.